Mundial de 1978. Juegos olimpicos de Pekin 2008. Tan lejos y tan cerca al mismo tiempo...

Las calles se visten de “gala”. De repente se reactivan años de obras atrasadas. Enormes anuncios que nos preparan para la más grande de las celebraciones. Expectativas varias. Personas que llegan desde todos los confines del planeta, agitando banderas de colores y mostrando la mejor de sus sonrisas. Mucha ansiedad.
Los medios inundan el espacio con noticias sobre el gran acontecimiento, todo se vuelve monotemático. Ya no importan el hambre de los pueblos, las matanzas, la violencia como nueva forma de expresión, los arreglos que desarreglan del gobierno, el reclamo de los que sufren… ya no importa nada de eso.
Subliminalmente se nos adoctrina, haciéndonos llegar el mensaje de que tenemos que mostrar la mejor de las caras, mantener las apariencias frente al ojo “critico” de miles de espectadores.
Hay mucho en juego más allá de los juegos.


Bueno aires, junio de 1978.
“Les pedimos que no nos abandonen. Ustedes son nuestra última esperanza”, les rogaron las Madres a los periodistas holandeses que fueron a entrevistarlas en la ronda que hacían en la Plaza de Mayo. Ellas eran testigos privilegiados de lo que se estaba viviendo en nuestro país por esos tiempos. Ellas eran algunas de las victimas directas de la maquinaria de miedo y de muerte erigida e instaurada por el sistema desde marzo de 1976 bajo el nombre de “proceso de reorganización nacional”.
A pocas cuadras del estadio de River, en el coqueto barrio de Núñez, a los pies de la paqueterrima y transitada avenida Del Libertador, la picana no paraba de trabajar en busca de testimonios. Nunca los gritos fueron tan eficazmente acallados como en ese lugar.
La televisión holandesa instaló una cámara en la cancha para transmitir el primer partido del Mundial y a la misma hora puso otra en la Plaza de Mayo, donde las Madres iniciaban su ronda, en una época terrible, cuando todos las puteaban.
La dictadura estaba en pleno apogeo con todo lo que eso implicaba. El pueblo, parecía desentendido de lo que sucedía (en algunos casos elegía desentenderse) a la vuelta de la esquina. Frases como “por algo será” o “algo habrán hecho” se instalaban en la boca de los argentinos junto con gritos de gol.
Del otro lado, los montoneros, enviaban un mensaje desde Paris con la siguiente consigna: “Argentina campeón, Videla al paredón”.
El mundial parecía algo esperado por todos.
Pero en los centros clandestinos de detención no había festejos.
En las familias desmembradas no había goles suficientes que fueran capaces de calmar las almas heridas.
En los helicópteros que sobrevolaban el río de la plata lo que menos importaba eran los cantos de la hinchada.



Pekín (Beijing), China, 8 de agosto de 2008
Si ponemos en cualquier buscador de Internet la frase “olimpiadas Pekín 2008” enseguida nos vamos a encontrar con datos realmente impresionantes: junto a Pekín 6 ciudades mas acompañaran a la capital china para hospedar a los miles de turistas y deportistas que viajen hacia allí; el costo del nuevo estadio olímpico es de 500 millones de dólares; se calcula que en la villa olímpica construida para la ocasión, se alojaran mientras dure el certamen mas de 16000 atletas de todo el mundo; esta edición de las olimpiadas incluye 28 deportes y 37 disciplinas desarrollados en 302 eventos (9 mas que en Atenas 2004)…Sin embargo, si miramos mas allá, si aguzamos los sentidos y pensamos críticamente, el “efecto sorpresa” pasa por otro lado.
Hoy, en distintas partes del mundo, están surgiendo diferentes agrupaciones y movimientos que marchan en contra de los juegos olímpicos, no por el acontecimiento en si, sino por lo que se esconde detrás de el.
De a poco nos vamos enterando de las atroces violaciones a los derechos humanos que el gobierno de china esta cometiendo impunemente en su territorio y en el territorio del Tibet (si bien políticamente, por una cuestión de ocupación, forma parte del territorio chino, quiero hacer la distinción y mostrar como realmente deberían ser las cosas. Tibet independiente***). Una vez mas vemos como un estado, a través de su aparato gubernamental, monta un gran espectáculo a modo de velo enceguecedor, metiendo la mugre bajo la alfombra y escondiendo su triste realidad. Las olimpiadas distan mucho de ser un catalizador de reformas para la política china.
Diariamente se encarcelan y se silencian activistas de DDHH como parte de la campaña de “limpieza” previa a la gran celebración.
Se sigue impidiendo que la prensa extranjera informe sobre cuestiones consideradas “delicadas” por las autoridades chinas. Por otra parte, la prensa local trabaja bajo un extremo control y censura previa constante.
Si bien se redujeron las ejecuciones en el 2007, aun continúa la pena de muerte como forma de sanción para los “subversivos”….

“Ojos que no ven corazón que no siente”?….
La consigna es leer entre líneas, repensar la información que nos llega desde distintos lados, no quedarnos con lo primero que nos quieren vender.
Es imprescindible entender, tener bien claro, que a lo largo de la historia, los distintos gobiernos, dictatoriales o democráticos, han sabido vendernos humo; han sabido tener grandes ilusionistas en el poder, que apoyándose en la magia de los medios, han logrado empañar y en muchos casos ocultar graves situaciones.
No hay que olvidar que los pueblos cómplices, facilitan esos procesos.
Acá lo hicieron todos esos argentinos que creyéndose el lema “los argentinos somos derechos y humanos” salían después de cada partido a festejar y a apoyar al gobierno de turno “porque asi estábamos bárbaros”
Allá lo hacen los que, estando al tanto de lo que sucede, no lo denuncian y lo apoyan.

Es mentira que el hombre es el único ser que no tropieza dos veces con la misma piedra.

*** La invasión china al tibet comenzó en 1949. Durante los primeros 10 años de ocupación no hubo resistencia; es a partir de 1959, con la formación del levantamiento nacional tibetano que el pueblo comienza a movilizarse. China reprimió brutalmente a los manifestantes y obligo al dalai lama, su líder espiritual, a buscar asilo en la india, desde donde comenzó un arduo trabajo para conseguir apoyo para su país en distintos organismos internacionales.
China es responsable de la matanza de miles de tibetanos, de daños irreversibles a su economía y medio ambiente con pruebas nucleares, entre otras cosas.